El flujo de datos al que se enfrentan las entidades del sistema financiero aumenta de manera exponencial con el avance de las tecnologías de la información y de las telecomunicaciones. En el análisis económico semanal del presidente de Asobancaria, Santiago Castro Gómez, observa como durante la crisis de 2008 se hicieron evidentes las deficiencias en los mecanismos de administración y agregación de la información, que impidieron realizar una adecuada gestión de riesgos. Las implicaciones de esta inadecuada gestión de riesgos son bien conocidas: la existencia de activos tóxicos en los balances y la sobreexposición al riesgo de crédito desencadenaron la peor crisis financiera de las últimas décadas.