En un momento en el que las turbulencias parecen estar lejos de disiparse y en el que los desafíos para sortearlas continuarán marcando la agenda económica, consolidar la fortaleza y estabilidad de la actividad productiva es un factor fundamental para poder mitigar los múltiples ajustes que deberá sortear el país con el fin de poder superar y corregir los fuertes desbalances que presenta en materia económica. (…) La dinámica de vivienda, en este contexto, ha contribuido en este propósito y ha sido uno de los sectores líderes en materia de crecimiento económico durante los últimos años, cuyos avances en la promoción de un país con mayores oportunidades han sido dignos de admirar. Junto a él, y como un engranaje natural, la banca ha proporcionado por varias vías el impulso necesario para que se materialicen muchas de las conquistas de las que hoy goza el país, entre las que se destaca: (i) el activo apalancamiento a las empresas constructoras, (ii) la provisión eficiente de créditos de vivienda a miles de hogares colombianos y (iii) los desarrollos tanto operativos como tecnológicos para llevar a cabo de manera ágil los valiosos programas del gobierno en materia de vivienda.