Actualmente el sector agrario vive altos niveles de producción, debido a la inyección de capital por parte del Gobierno Nacional y las facilidades crediticias que los bancos están otorgando, permitiendo que el desarrollo sostenible del agro proyecte un buen futuro para el país.
En Colombia, el sector agrario cuenta con un gran potencial debido a su biodiversidad, clima variante y localizaciones, ya que las posiciones geográficas de muchas zonas permiten la siembra de todo tipo de alimento; y aunque en la actualidad el café, arroz y cacao sean las producciones de mayor rentabilidad en el país, se pueden empezar a posicionar distintos productos como el plátano, papa, entre otros, expandiendo el portafolio de productos y llevando el desarrollo sostenible del sector agrario a otro nivel de la economía nacional.
¿CÓMO IMPULSAR EL DESARROLLO SOSTENIBLE DEL SECTOR AGRARIO?
- El plan Colombia Siembra busca llegar a más de un millón de hectáreas sembradas enfocadas a granos como el maíz y la soya. Esto se debe al optimismo de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) frente a la siembra de maíz tecnificado, pues tan sólo con 4 años de implementación en la altillanura, los resultados muestran un aumento del 15% de la producción nacional de este grano.
- El proyecto Zonas de Interés de Desarrollo Rural (Zidres) tiene como finalidad asignar terrenos a campesinos que no sean propietarios de la tierra que cultivan. Aunque este es un proyecto con altos costos, se busca la creación de asociaciones entre campesinos y empresarios, o entre el mismo sector.
- Inversiones de fondos de capital privado como mecanismos alternos de financiación agroindustriales o de infraestructura rural donde los bancos y las fiduciarias deciden participar. Actualmente avanzan proyectos de cacao y palma, pero se espera extender a otros productos.
- Incluye Rural es una política pública del Ministerio de Agricultura liderada por la gerencia de microfinanzas, que tiene como finalidad facilitar una vida crediticia al campesinado colombiano, acompañado de un asesoramiento constante para hacer del proyecto agrícola una fuente óptima de ingresos.
Es cierto que existen factores que afectan directamente al campesino y por ende al agro, como la pobreza, inseguridad en algunas zonas rurales, elevados costos de los insumos, dificultad en el transporte debido a las distancias para el trayecto de las materias primas y las condiciones de las carreteras, y a ello añadir la alta competencia de países desarrollados que realmente invierten en sus proyectos agrarios junto a los tratados de libre comercio. No obstante, el gobierno y el campesinado colombiano apuestan para que el agro alcance un desarrollo sostenible y convertirse en una fuente de ingresos que aporte al país.
Actualmente, el sector agropecuario contribuye al 15% del PIB en Colombia y el Gobierno espera que las cifras aumenten considerablemente, pues muchos países desarrollados reciben más del 50% del PIB proveniente del agro y el país está en su mejor momento para superar sus propias expectativas. Además, con las facilidades crediticias existentes, acompañadas de la actual política de posconflicto, la devaluación del peso frente al dólar, los bajos precios del petróleo y la demanda mundial de alimentos se espera que el agro colombiano proyecte un crecimiento sostenible en función de una agricultura óptima y un estilo de vida digno del campesinado colombiano.