Aunque hasta el mes de marzo se conocerá cuánto creció la economía colombiana en 2015, los estimativos realizados al interior de Asobancaria apuntan a que el PIB creció 2,9% real. Los sectores con mayor dinamismo habrían sido construcción, comercio y establecimientos financieros, actividades que muy probablemente crecieron por encima del 4,0%.
Con base en los resultados del modelo de consistencia de Asobancaria y los análisis realizados respecto al panorama macroeconómico para este y el próximo año, los nuevos estimativos nos hablan de un crecimiento de 2,6% para 2016, con un repunte en 2017 hacia niveles de 3,7%. La incertidumbre sobre la cotización de los precios del petróleo, la reducción de las inversiones en el sector petrolero, el estrecho margen fiscal del gobierno por cuenta de la disminución de la renta petrolera, los incrementos en las tasas de interés y la continuidad e intensidad del fenómeno de “El Niño” durante la primera parte de 2016 se constituyen como los principales factores de ajuste en la dinámica interna.
La reapertura de la Refinería de Ecopetrol, el PIPE 2.0, las inversiones en los proyectos 4G y una mejor posición competitiva por cuenta de la devaluación del tipo de cambio para los bienes no tradicionales mitigarán en buena parte una mayor desaceleración del crecimiento del PIB durante este año. El efecto conjunto de estos aspectos positivos evitará que la economía crezca por debajo de 2.0% en 2016.
En Asobancaria esperamos que en 2017 el PIB se dinamice, pero con ritmos de crecimiento aún por debajo del potencial. La aceleración en las inversiones 4G, la continuidad del PIPE 2.0, un ambiente de menores presiones en las tasas de interés y una recuperación moderada de la economía de Estados Unidos y de los precios de los commodities apoyaran dicha reactivación.
Los años 2016 y 2017 no serán años fáciles, serán años de enormes retos en materia económica y social, pero de la asertividad de las políticas y de su exitosa ejecución dependerá el porvenir y el bienestar de los próximos años.