Las expectativas sobre la liquidez mundial en los mercados financieros, la nueva realidad en los precios del crudo y la incertidumbre internacional asociada al crecimiento de China y a los términos de intercambio, derivaron en una elevada depreciación el tipo de cambio y exacerbaron su volatilidad, lo que ha terminado afectando el desempeño del sector real y muchas de las decisiones de inversión.
Cuando una firma se encuentra endeudada en moneda extranjera pero sus obligaciones suman la misma cuantía a sus ingresos por exportaciones, los efectos de la variación de la tasa de cambio (TC) suelen ser mínimos en la medida en que, en este caso, existe una especie de cobertura natural ante el riesgo cambiario. El problema auténtico de las variaciones en la TC proviene de la ausencia de mecanismos de cobertura y de los descalces cambiarios (diferencia entre sus activos y pasivos denominados en moneda extranjera) asociados a las volatilidades. Resulta imperativo para las firmas que presentan descalces cambiarios mitigar este tipo de riesgos y estabilizar los resultados de su balance mediante las herramientas que brindan los derivados financieros.
Las firmas cuentan con al menos tres instrumentos derivados para mitigar los riesgos cambiarios: i) los forwards, ii) los swaps de divisas y iii) las opciones. Dada la funcionalidad que tienen las coberturas cambiarias como herramienta para mitigar los riesgos de esta naturaleza, es importante que el sector real conozca estos mecanismos y evalúe la conveniencia de utilizarlos como una forma de garantizar la estabilidad en materia cambiaria, escenario que es a todas luces deseable y oportuno para el sector empresarial.
Pese a que la Asociación aplaude las recientes decisiones del Banco de la República para profundizar el desarrollo del mercado cambiario, llama la atención sobre los grandes retos que las empresas, en particular las Mipymes, aún tienen en materia de conocimiento y uso de los mecanismos de cobertura. La mayor profundización del mercado de derivados y la mayor educación financiera serán sin duda claves para promover el uso de estas herramientas y suavizar con ello los choques adversos asociados a la volatilidad del TC.