• Es imperativo que los sectores transables diferentes a la minería, en particular la industria y el sector agropecuario, se dinamicen y de allí la importancia de que la inversión se focalice en aquellos proyectos claves que permitirán impulsar su aparato productivo y sus niveles de empleo. El país necesita darle celeridad a la recomposición sectorial, dinamizando los niveles de inversión a lo largo de este proceso. Si bien este proceso podría tardar años, el período de transición se puede reducir significativamente en la medida en que la inversión se acelere y se focalice hacia nuevos proyectos y sectores líderes. A partir del éxito con que la economía encauce su senda de inversión hacia esta necesaria y urgente recomposición sectorial, podrá alcanzar los niveles de ingreso necesarios que permitirán dinamizar el desarrollo y la inclusión social, sin duda uno de los grandes retos del país de cara a un eventual posconflicto.
• Necesitamos un sistema financiero sólido, que continúe dinamizando el ahorro financiero y que permita financiar la inversión requerida en los grandes proyectos que necesita el país. Esto, sin lugar a dudas, luce imperativo si queremos que la relación inversión/PIB, que hoy bordea el 29% del PIB, alcance los niveles requeridos de 33%- 35%, que son los que le permitirían al país mantener crecimientos sostenidos en torno Edición 996 25 de mayo de 2015 Director: Santiago Castro Gómez ASOBANCARIA: Santiago Castro Gómez Presidente Jonathan Malagón Semana Económica 2015 1 35%, que son los que le permitirían al país mantener crecimientos sostenidos en torno al 5%-6% en el mediano plazo. Pero para alcanzar estos niveles de apalancamiento, Asobancaria y varios estudios han venido señalando que la inversión deberá mantener ritmos de crecimiento saludables en torno al 11%-12% real en el próximo lustro y esto plantea un gran reto.