El pasado 21 de febrero, la Presidente de Asobancaria, María Mercedes Cuéllar, instaló el V Foro de Vivienda, y manifestó que todos los indicadores de la construcción y financiación de vivienda muestran que 2013 fue uno de los mejores años del sector en los últimos cuatro lustros. La economía colombiana en su conjunto sostuvo su crecimiento el año pasado en una tasa estimada por ASOBANCARIA de 4.2%, al haber pasado de crecer 2.6% en el primer trimestre del año a 5.1% en el tercero, en buena parte como resultado del comportamiento del sector vivienda.
El foro inició con un mensaje positivo del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, con un parte de victoria por cuenta del éxito obtenido en términos de los logros alcanzados en 2013 y las buenas perspectivas para 2014, y contó con la presencia del Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría y del Ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao. Además participaron destacados conferencistas nacionales e internacionales que plantearon diferentes propuestas con el propósito de contribuir a potenciar aún más el papel de la vivienda dentro de la economía en el próximo cuatrienio.
Esta Semana Económica ofrece el análisis expuesto por la Presidente de Asobancaria en dicho foro denominado “Vivienda: locomotora de largo alcance”. En su opinión, son tres los factores responsables del éxito: i) el aumento considerable de la inversión pública en el sector; ii) el diseño de programas de subsidios a la vivienda acorde con los requisitos de cada segmento poblacional; y iii) la articulación del sector público con el privado para su puesta en marcha. El programa de las cien mil viviendas gratuitas, el subsidio a la tasa de interés, el esquema de las 86 mil viviendas de interés prioritario para ahorradores (VIPA), se estructuraron para atender las necesidades específicas de distintos segmentos de la población. Con ello se logró mayor eficiencia y equidad en su orientación.
En su discurso, la Presidente señaló que las entidades financieras acompañaron decididamente los programas gubernamentales y que es deseable que dicho acompañamiento se dé en el marco de condiciones de mercado, de forma tal que nuevas entidades financieras se sientan incentivadas a promover el negocio hipotecario, y que las que ya están, continúen haciéndolo. En el largo plazo, la imposición de restricciones al otorgamiento de crédito le hacen un flaco favor al país, desestimulando su otorgamiento.
También mencionó que a pesar del buen desempeño, Colombia continúa con un sistema de financiamiento hipotecario limitado. Su profundidad es inferior a su potencial de largo plazo y a la que se tuvo en el pasado. El esquema hoy vigente tiene incorporada implícitamente una gran aversión al riesgo por parte de todos los actores: financiadores, constructores y compradores de vivienda. El análisis subraya que como resultado se tiene un sistema excluyente, sobre todo para la población con menor capacidad de ahorro, mermando el potencial del sector financiero en su función de posibilitar la adquisición de la vivienda financiada con crédito. El sector financiero, experto en el manejo de riesgos, podría usarse para obviar el requisito que tienen las familias de ahorrar cerca del 50% del valor de la vivienda por anticipado.
Por último planteó algunas propuestas que podrían disminuir los riesgos inherentes al sistema, ampliar la demanda y aumentar la financiación, en especial la de la población informal que, en la práctica, hoy está marginada del sistema.