Uno de los aspectos fundamentales que ha marcado la dinámica reciente del sector bancario ha sido su proceso de internacionalización. En principio, esto se dio a través de participaciones en entidades que no eran netamente financieras. No obstante, a partir de 2007, se dio una incursión directa mediante la adquisición de entidades financieras en otros países de la región. En la actualidad la banca colombiana participa con el 14,5% de los activos bancarios en Centroamérica y el 11,6% en Panamá.
Lo anterior ha implicado la conformación de conglomerados financieros de mayor tamaño, en los que la incorporación de operaciones en distintos sectores y jurisdicciones representa nuevos y grandes desafíos y retos.
Al respecto, en recientes declaraciones, las autoridades manifestaron que vienen adelantando una serie de iniciativas relacionadas con la supervisión consolidada de conglomerados, especialmente de aquellos que cuentan con subordinadas en el exterior.
El Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) mencionó que está trabajando en un proyecto de ley sobre conglomerados que será radicado próximamente, y con el que principalmente se busca ampliar las capacidades y facultades de la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) frente a los conglomerados financieros y establecer un periodo de permanencia fijo para el superintendente.
Por su parte, la Superintendencia también viene adelantando un análisis con el fin de estructurar un modelo de supervisión consolidada y transfronteriza. Para este fin, ha mencionado que el modelo que estructure se va a basar en los siguientes cuatro pilares: (i) gestión integral de riesgos, (ii) requerimientos prudenciales, (iii) cooperación e intercambio de información y (iv) protocolos de crisis transfronterizas.
Cualquiera de estos temas tiene enorme trascendencia para el futuro de la industria, por lo que consideramos del mayor interés hacerle seguimiento a su desarrollo.