Transcurridos tres años después de la quiebra de Lehman Brothers, uno de los eventos más difíciles de la pasada crisis financiera, todavía resulta complejo interpretar lo ocurrido a partir de ese entonces. Desde la crisis financiera de 2007, la economía estadounidense ha mostrado importantes contradicciones de tipo estructural. Nouriel Roubini señala que, en caso de presentarse una nueva recesión, la liquidez bancaria de Estados Unidos resultaría insuficiente. Algo similar pasa en Europa, en especial países como Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España. Allí, al lado del tema relacionado con el enorme déficit fiscal, está presente un elemento adicional, el relacionado con los procesos de integración adelantados desde hace más de cincuenta años.
Sin embargo, estas dificultades no han llegado a afectar a los países emergentes completamente. Mientras que en Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y España las primas de riesgo se incrementaron en promedio 101 puntos básicos (pb), en los países reunidos por la sigla CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Sudáfrica), exceptuando a Egipto y Vietnam, las primas se redujeron en promedio 28 pb.
Tal y como están las cosas, nos enfrentamos a un mundo donde “el cambio” es la esencia y los “viejos paradigmas” están siendo revaluados. Es por eso que creemos que las oportunidades que brinda la coyuntura actual deben ser aprovechadas.
Es cierto que el mercado financiero colombiano es pequeño, poco profundo y con reducida liquidez. También es un hecho que Colombia está rezagado en temas de profundidad y desarrollo financiero. Sin embargo, se ha demostrado que el sistema financiero colombiano es transparente, organizado, cuenta con la tecnología requerida para el desarrollo de su actividad y su mayor valor agregado está en su goodwill, experiencia y profesionalismo. Es dentro de ese marco, que es posible afirmar que un mercado en proceso de desarrollo es un mercado que está, asimismo, en proceso de construir las bases sobre las cuales se estructurará el sistema hacia adelante.
Como quiera que el momento es propicio por el cambio de paradigma y que es posible sacar provecho de la experiencia de otros países, tal como de hecho viene ocurriendo con la innovación en los servicios bancarios y en intermediación financiera, lo que queda entonces por hacer es promover el mercado de valores. La obtención de grado de inversión del país no es producto del azar ni se obtuvo sin costo. Los capitales que están entrando, lo hacen para quedarse del mediano al largo plazo, por lo que resulta esencial facilitar su intermediación y uso, adicional a lograr que la fuerza que ha tomado Colombia en los mercados externos resulte perdurable.
Por eso que aprovechamos esta publicación para llamar la atención de todos los agentes involucrados al mercado de valores colombiano y apoyar la propuesta de la Bolsa de Valores de Colombia respecto del “Plan de Promoción”.