En aproximadamente un mes se cumplen dos años de haberse expedido la Ley 1314 de 2009, por la cual se regulan los principios y normas de contabilidad e información financiera y de aseguramiento de información aceptados en Colombia. En palabras más simples, lo que dicta la Ley es que la contabilidad local deje de ser “hecha a la medida” (a beneficio de diferentes autoridades) y adopte estándares de alta calidad, comprensibles, aplicables y aceptados globalmente como son las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).
Con la expedición de la Ley se fijó 31 de diciembre de 2014 como la fecha en la que hacia adelante se deben aplicar completamente los principios internacionales de contabilidad. Eso lo que significa es que a Colombia le quedan tres años y medio, sin contar con la transición que comienza el 1º de enero de 2013, para estar lista reglamentaria y operativamente.
¿Qué se ha hecho durante los últimos dos años? Los esfuerzos normativos se centraron en avanzar en la conformación, estructura y definición de la forma orgánica del Consejo Técnico de la Contaduría Pública. Igualmente, se han conformado comités técnicos ad-honorem uno para el sector financiero, otro para el real y uno para temas tributarios, cuya tarea se enfoca en la realización de recomendaciones del proceso de convergencia. Dentro de la industria, una encuesta de diagnóstico realizada al sector bancario, demuestra falencias en aspectos como capacitaciones, cálculos de impactos y una gran preocupación por los sistemas de información, ya que posiblemente sean el elemento que tome más tiempo en modificarse. Adicionalmente, se identifican cinco elementos críticos, dadas las diferencias existentes entre la normatividad local y las NIIF, estos son: presentación de estados financieros, cargos diferidos, impuestos, cartera de créditos, propiedad, planta y equipo, ingresos y gastos y aspectos técnicos y operativos.
En general, uno de los desafíos más importante en este proceso es concientizar a los reguladores y a las mismas compañías de la importancia de la convergencia, de forma que se publiquen los decretos reglamentarios que terminen de darle forma al proceso y que las empresas involucradas puedan llevar a cabo las modificaciones a las que haya lugar para la efectiva implementación de los nuevos estándares.