La administración de riesgos es necesaria para el éxito de cualquier empresa, porque consiste en la toma de decisiones con base en las expectativas de beneficios futuros y ponderando las posibilidades de pérdidas inesperadas. Esto exige la definición de una estrategia de negocio y la aceptación de un conjunto de riesgos, es decir, el establecimiento de un perfil rentabilidad-riesgo. Por lo tanto, el riesgo no es malo per se. El secreto está en saberlo administrar.
Colombia se caracteriza por tener una estructura administrativa sólida para cinco tipos de riesgo diferentes: crediticio, de mercado, operacional, liquidez y lavado de activos. Además cuenta con un sistema de control interno que da cuenta de la gestión adecuada de los distintos tipos de riesgos. No obstante, el índice de desarrollo financiero, publicado por el World Economic Forum, ubica a Colombia como un país de elevados costos regulatorios, ubicándolo dentro de los siete países más onerosos en términos del cumplimiento de los requisitos regulatorios.
Colombia se caracteriza por tener una estructura administrativa sólida para cinco tipos de riesgo diferentes: crediticio, de mercado, operacional, liquidez y lavado de activos. Además cuenta con un sistema de control interno que da cuenta de la gestión adecuada de los distintos tipos de riesgos. No obstante, el índice de desarrollo financiero, publicado por el World Economic Forum, ubica a Colombia como un país de elevados costos regulatorios, ubicándolo dentro de los siete países más onerosos en términos del cumplimiento de los requisitos regulatorios.
Actualmente, se están definiendo internacionalmente políticas económicas que eviten volver a caer en los errores de la crisis. La propuesta del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, en cuanto a los requerimientos de capital, resulta considerablemente onerosa en la medida en que afecta negativamente la capacidad de los bancos de generar activos y utilidades. Adicionalmente, las alternativas que enfrentan los bancos para cumplir con ella oscilan entre beneficiar a los consumidores, en perjuicio de la rentabilidad de la entidad, o beneficiar a los accionistas, en perjuicio de los consumidores
Es muy probable, entonces, que los grandes bancos internacionales tengan que disminuir sus niveles de rentabilidad, similares a los de la banca colombiana, o elevar considerablemente los costos de los servicios financieros que prestan. La Asociación está convencida que el sistema financiero colombiano es sólido y que se ha hecho un gran esfuerzo para llegar hasta este punto. Prueba de ello fue el comportamiento del sector durante la última crisis internacional, demostrando que con las características actuales se pueden sortear momentos de tensión.