La creciente importancia que tiene el mercado de derivados se debe principalmente a su capacidad de ofrecer diferentes alternativas de inversión y de cobertura, con el fin de mitigar los riesgos y mejorar la estructura de ganancias de las partes involucradas. Así mismo, el desarrollo y posterior mejoría en los estándares regulatorios y de supervisión, han permitido establecer un marco legal que asegura la estabilidad y transparencia del mismo.
En los mercados internacionales, el volumen de derivados negociados en sistemas over the counter (OTC) aumentó 12%, mientras que a través de sistemas estandarizados creció 27%.
Por su parte, Colombia pasó de negociar COP 0,1 billones a COP 3,4 billones, con una destacada participación de los futuros sobre títulos de deuda pública interna. Aunque la evolución del mercado de derivados local ha sido positiva, durante los últimos dos años, su volumen de negociación y número de operaciones es marginal en comparación con los mercados internacionales.
Parte del éxito de este mercado ha estado en la correcta administración de los riesgos inherentes a sus operaciones, especialmente, en cuanto a riesgo de crédito se refiere. Experiencias internacionales exitosas en la promoción de este mercado, destacan el uso de diferentes instrumentos de mitigación de riesgo de crédito para estas operaciones. Sin embargo, en Colombia faltan mecanismos para mejorar la gestión del riesgo, debido a que las instrucciones dictadas por las normas actuales generan incertidumbre legal tanto en los agentes locales como en los internacionales.