La innovación tecnológica permite una mejor atención a los clientes financieros, pero también abre canales para formas novedosas de fraude. Los bancos están desarrollando permanentemente planes y programas para la mitigación del riesgo de fraude.
La tecnificación está haciendo que los canales tradicionales de atención al cliente pierdan importancia. Así mismo, ha habido un aumento de la seguridad, disponibilidad de información y transparencia para los clientes financieros.
Diversas medidas se han tomado para mitigar el riesgo de fraude. Una medida de especial importancia para proveer mayor seguridad a los clientes es la migración de tarjetas débito o crédito con banda magnética a tarjetas con chip. Esta migración implica importantes retos para la industria y sus usuarios.
Es indispensable reconocer que en el tema de la seguridad financiera hay una corresponsabilidad por parte de las entidades financieras, el Estado y los mismos usuarios. Los usuarios deben reconocer los riesgos que hay en el manejo de su información, y el Estado se debe adecuar a la lucha contra las nuevas modalidades de delito que surgen cuando hay innovación tecnológica.
Sin embargo, una modalidad preocupante de delito es el fleteo, que no involucra desarrollos tecnológicos. En la lucha contra este delito es particularmente importante la colaboración entre las entidades financieras, el Estado y los particulares.