En lo corrido del año, la curva de rendimientos de los TES – el gráfico de las tasas de interés de los TES de corto y largo plazo – se ha empinado de forma significativa. Mientras que las tasas de corto plazo (3 meses) han absorbido plenamente el impacto del recorte de 500 pb del Banco de la República, las tasas de largo plazo (a 10 años) han caído apenas 50 pb.
Dado que las tasas de largo plazo guardan una relación más estrecha con la demanda agregada que las de corto plazo, es imperativo entender las razones detrás del empinamiento de la curva de rendimientos al igual que sus implicaciones sobre la política monetaria, la actividad económica y la estabilidad financiera.
En esta Semana Económica se hace un breve repaso de las teorías detrás de la forma de la curva de rendimientos y su relevancia para explicar la coyuntura actual. También, se muestra la relación existente entre las tasas de interés de los TES y el resto de tasas de interés de mercado. Entender estas relaciones resulta de vital importancia para comprender el por qué el traspaso de la tasa de política del banco central es incompleto.
Se concluye que, al margen de las implicaciones de los cambios de curva de rendimientos sobre la política monetaria, sus movimientos también tienen efectos sobre la estabilidad financiera de los establecimientos de crédito y, en general, sobre el sistema financiero. Estas consideraciones subrayan la importancia de que la política macroeconómica, entendida como la monetaria, fiscal y de regulación, estén sintonizadas.